El desguace y la construcción de barcos en Chittagong, Bangladesh, las dos caras de una moneda.
El que viaja a la ciudad de Chittagong lleva en muchas ocasiones la idea de visitar los centros de desguace de grandes barcos, sobre todo si es fotógrafo. Los reportajes sobre este tema han proliferado en los periódicos y revistas occidentales y han levantado polémica las condiciones en que trabajan los desguazadores. Últimamente se ha puesto muy difícil entrar en las zonas de desguace.
Hasta finales del siglo XX los grandes barcos se desguazaban en puertos de países industrializados. Hoy los puertos de desguace están en países en vías de desarrollo. Que lo contaminante se lo queden otros. Los centros de desguace más importantes se encuentran en Gadami (Pakistán), Alang (Estado de Gujarat en India) y Chittagong (Bangladesh).
Aunque he visitado dos de esos puertos, el de Alang hace un par de años y el de Chittagong hace unos meses, no he conseguido entrar en la zona de desguace en ninguno de ellos porque hay unas ordenes estrictas de los gobiernos de prohibir la entrada a cualquier visitante extranjero. Hace tres años mi amigo el fotógrafo indio Subhrajit Basu sí consiguió permiso para entrar y fotografiar el desguace en Chittagong, y las fotografías que publico en este artículo las hizo él y me las ha cedido gentilmente.
Según los comentarios que recibíamos, desde hacía un tiempo, Green Peace y otras organizaciones estaban denunciando los peligros que los materiales de desguace comportaban para la salud de los trabajadores.
La alarma cundió cuando en 2005 el portaaviones francés Clemenceau de 2700 toneladas salió hacia la India para ser desguazado. Entonces Green Peace protestó por las toxinas que el desguace liberaría como asbestos, PCB, mercurio y otros tóxicos. Finalmente el tribunal supremo de la India le denegó la entrada.
Cuando en Chittagong pedimos permiso para visitar los desguaces, a finales de 2011, no lo conseguimos, pero la aventura merece ser contada porque fue una sorpresa. Ya hechas las gestiones para la visita, sin habernos dicho en ningún momento que estaba denegada, nos convocaron en un embarcadero del puerto donde llegamos después de recorrer la ciudad a velocidades vertiginosas sentados en precario equilibrio sobre un rickshow de bicicleta profusamente decorado. Allí nos recogió una lancha moderna que atravesó ligera el enorme puerto y nos dejó en otro embarcadero. Subimos unas escaleras de madera y llegamos a una plataforma donde nos esperaban dos soldados uniformados de gala que se cuadraron con un rotundo sonar de botas. Un sonriente caballero impecablemente trajeado nos recibió con unas palabras, "bienvenidos a Western Marine Shipyard Limited, la mayor y más moderna constructora de barcos de Bangladesh".
Wstern Marine Shipyard Limited
Nos facilitaron unos cascos para la visita. Recorrimos grandes naves y hangares. Cuatro barcos en construcción estaban alineados en el exterior ya casi terminados pero todavía sin pintar. Los trabajadores vestidos con monos de trabajo blancos, marrones o rojos disponían de cascos y de gafas para los trabajos de soldadura. Todo parecía perfectamente organizado. Si no hubiera sido por el reciente recuerdo del trote en rickshaw podíamos olvidar perfectamente en ese instante que nos encontrábamos en Bangladesh.
También nos enseñaron el dispensario donde nos recibió el jefe médico. Era un edificio dotado de todos los adelantos médicos donde trabajaban varios médicos y enfermeras. El ambulatorio atendía a los trabajadores y durante unas horas al día abría sus puertas a la gente del barrio que podían visitarse allí de forma gratuita. Después estuvimos en los despachos de diseño naval donde unas decenas de ingenieros trabajaban frente a sus ordenadores. El ingeniero jefe era bangladeshí y había estudiado en Alemania, los demás también eran de Bangladesh. Finalmente nos recibieron en una sala de juntas y nos sentamos alrededor de una gran mesa donde cada uno encontramos una bandeja de frutas del país para degustar mientras nos explicaban las características de la empresa. Cinco mil trabajadores, ¿o eran tres mil? ya no recuerdo, exportación de barcos a países como Alemania y Dinamarca. Esta era la imagen que Bangladesh quiere dar a conocer, no la del desguace que es hasta ahora la única conocida. Sin embargo a unos kilómetros otros miles de trabajadores morirán jóvenes y enfermos por los tóxicos inhalados.
http://www.guardian.co.uk/world/2012/may/05/bangladesh-workers-asia-shipbreaking?intcmp=239
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