Regresé el 25 de octubre de Irán y tomo de mis notas las siguientes vivencias.
Mi viaje a Tabriz tiene una razón de ser, visitar a la señora Mehri Bagherí, catedrática de la universidad de esta ciudad, que durante dos cursos fue profesora de lengua persa en la Universidad de Barcelona. Allí la conocimos, en el despacho que le habían asignado, situado en un altillo del último piso donde se accedía después de subir muchas escaleras. El lugar estaba cubierto con una claraboya por donde se colaba la luz y el frío. Calentándonos con una estufa y a veces también con una taza de té que ella nos preparaba, leíamos, comentábamos y hacíamos tertulia unos cuantos alumnos: la profesora de árabe de la universidad y traductora de "Les mil i una nits", Margarita Castells; el actual profesor de catalán de la Universidad de Teherán y traductor de Omar Khyyam, Ramón Gaja; el erudito Josep Lledó y yo misma, entre otros. De aquellos años ha quedado una buena amistad entre nosotros y en este viaje he visitado también a Ramón Gaja cuyo libro con sus traducciones al catalán, en verso, y bilingüe, de las poesías de Omar Khayyam saldrá pronto publicado en Quaderns Crema.
La señora Bagherí es esposa de un estudioso y autoridad mundial en lenguas indoeuropeas antiguas. Ella ha sido nombrada este año "la mejor profesora de Irán " y a mediados de este mes de noviembre le preparan un homenaje en Teherán por sus muchos años de docencia universitaria. En la foto la vemos con un pan
sangak, cocido sobre cantos rodados, recién salido del horno.
Como Mehri sabe lo que me interesa: ver qué hace la gente, me llevó a pasear por los lugares donde se reunen los jóvenes más modernos de la ciudad, con sus tupés y sus crestas, y también a pasar la tarde a un
emamzadeh, una mezquita donde está el mausoleo de un santo. Visitamos la zona troglodítica de Kandovan, con sus casas excavadas en la roca y también, cómo no, el bazar, que por cierto todavía estaba cerrado por la huelga, la misma que me pilló de lleno cuando estaba en Isfahan hace unos días, como he contado en otro artículo anterior.
Esa tarde fuimos primero a echar granos de trigo a las palomas en un lugar donde va la gente a expresar sus deseos. Las palomas comen tu trigo y ejercen de mensajeras para que tu deseo llegue a las alturas y se cumpla. Después fuimos al
emamzadeh donde para entrar el hombre de la garita nos presta un chador floreado a cada una. El recinto tiene un amplio patio rodeado de paredes de ladrillo. A un lado está el edificio de la mezquita. Entramos en el santuario a tocar la reja del mausoleo y después nos sentamos en una de las salas alfombradas para pasar un buen rato en medio del recogimiento general, entre decenas de mujeres, alguna de las cuales nos ofrece terrones de azúcar.
Después nos sentamos en el patio. Una mujer se acerca y nos ofrece un pastelillo, nos lo comemos. Mehri me dice que mientras lo como debo pensar en algo que deseo que se cumpla pues quién nos lo ha ofrecido ha visto realizada su petición y por eso nos quiere transmitir su buena suerte. Al cabo de un rato llega otra mujer acompañada de un muchacho. Ella lleva una cesta amarilla de plástico que acerca a las personas que va encontrando para que tomen algo de su interior. También viene hacia nosotras y nos ofrece lo que tiene, son bocadillos enrrollados de pan con verduras y queso y envueltos en film transparente. Empezamos a comerlo siempre con nestro deseo in mente y se acerca una mujer que nos pide amablemente un bocado. Mehri, que ya se ha comido medio bocadillo le da lo que le queda y la mujer se retira entre fórmulas de agradecimiento y sonrisas. No quería quedarse sin participar en un deseo felizmente cumplido. La señora Bagherí me dice que si se cumple lo que yo he pedido debo escribirla porque en este caso ella se encargará de repartir azúcar o pasteles o lo que sea en mi nombre.
Es el momento del ocaso, el canto del almuédano llama a la oración, mujeres envueltas entran en el recinto por una puerta, por la otra entran los hombres. El cielo toma todos los tonos rosas y morados posibles hasta que oscurece, y aparece una luna llena como un globo de luz suspendido sobre el vértice del minarete.
Mitarabad mahtab
Miderakhshad shabtab
Nist yekdam shekanad khab be cheshme kas o lik...
Rezuma la luna
Brilla la luciérnaga
Nadie consigue despertar a los que duermen...
(versos de Nima Yushij, poeta persa moderno)