BLOG DE ANA M. BRIONGOS


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29.9.07

Exposición del fotógrafo iraní Bahman e Jalali


Bahman e Jalali expone sus fotografías en la Fundació Tàpies de Barcelona.


Este iraní que vive en Teherán presenta varias series de fotografías, la mayoría en blanco y negro. En una de ellas nos nuestra la arquitectura iraní de desierto, la austera arquitectura de adobe y mampostería que se da en pueblos y ciudades del centro y el sur de su país, con sus azoteas abombadas y sus badguirs o torres de ventilación, sistema de refrigeración característico de las casas de aquella zona.

Otra serie está dedicada a la guerra Irán-Irak (1980-88); son fotografías tomadas en el frente o en la ciudad devastada de Jorramshar. Dice él mismo que el libro donde se publicaron fue prohibido por el Gobierno iraní por considerarlo un alegato contra la guerra. Otra serie la forman conposiciones artísticas en forma de collage fotográfico donde Jalali yuxtapone y superpone fotografías antiguas recuperadas por él mismo de los arcones del palacio de Golestán en Teherán. Y, por último hay un grupo de fotografías con lineas y bandas superpuestas en rojo sobre la fotografía en blanco y negro.

En las vitrinas se exponen fotografías antiguas algunas de las cuales son las que ha utilizado el fotógrafo para sus composiciones, unas de la época Qajar, tomadas seguramente por el propio shah Naser ud din Shah, y otras que parecen de los años cincuenta, con familias vestidas a la manera europea y que poco se diferencian de las que conservamos nosotros mismos en nuestros álbumes familiares; seguramente fueron tomadas durante el reinado de Reza Pahlavi o de su hijo Mohammad Reza, monarcas que se empeñaron en occidentalizar Irán.






Las dos primeras son fotos antiguas y pertenecen a la época Qajar. Las dos últimas son composiciones de Bahman e Jalali.

La exposición contiene una cantidad considerable de fotografías que ofrecen en su conjunto una buena idea de la trayectoria de este importante fotógrafo iraní. Como aparte del cine, casi nada sabemos de lo que se produce en un país tan importante como es Irán, vale la pena visitar la exposición. No dejéis pasar esta oportunidad.

17.9.07

Leer El Quijote en Teherán



Fuí una entusiasta seguidora del Blog que Rafael Robles publicaba durante el tiempo en que ejerció de profesor de literatura española en una universidad de Teherán y alguna vez escribí mis comentarios debajo de los suyos. Era un foro activo pues sus estudiantes iraníes participaban en él y también lo hacían sus alumnos de años anteriores y algunos compañeros del mundo de la enseñanza , españoles y de otros países. A veces se armaban verdaderos pitotes porque los puntos de vista de un extranjero recién llegado a Irán chocaban con los sentimientos más arraigados del corazón persa. Pero eso era lo interesante, ver cómo el profesor se iba adaptando y entendiendo, y cómo sus alumnos lo entendían a su vez, y todos discutían, se aceptaban, y llegaban a quererse, sin dejar de ser nadie quién era. El curso que daba Rafael en la universidad iraní abrió mentes, ófreció una plataforma de expresión, se plantearon preguntas y se discutieron respuestas, y algo de ello quedó en este Blog que ahora se publica en forma de libro.
Lo estoy leyendo y a veces me parto de risa, aunque que muchos de los escritos ya los había leído en su momento, pero sobre papel es otra cosa, no sé cómo explicarlo. Me lo puedo llevar a la cama y leerlo antes de dormirme.
No se trata de si Rafael sabe más o sabe menos sobre Irán, ahora seguro que sabe mucho, o de si alguna vez me parece que dice barbaridades de cosecha propia, de su propio pensamiento, consideraciones sobre la oportunidad de un Estado duro, por ejemplo. Lo normal es que cuando llega a Irán no sepa nada o poca cosa y lo bueno es cómo va conociendo. Y lo bueno también es que tiene la suerte de conocer el país y la situación en que se encuentra a través de sus alumnos que son la mayoría chicas, y que son todos iraníes, y jóvenes. Y también tiene la contrapartida de los españoles que viven en Irán y que le explican en nuestra lengua y a partir de una base cultural más cercana lo que le va ocurriendo.
Y he dicho que me parto de la risa porque os podéis imaginar a un profesor de la Mancha desembarcando en Teherán. Perplejo y entusiasmado. A veces desesperado. A veces conflictivo. Todo aparece en este libro donde Rafael cuenta, con un estilo ligero, ameno, cercano, sin autocensura que le haga quedar bien ante sus lectores (la otra seguramente sí la practicaría para que no le bloquearan el Blog las autoridades iraníes), con honestidad, con algo de ingenuidad, su día a día.
Como muy bien dice el autor, ha tomado el título de otro libro sobre Irán "Leer Lolita en Teherán", y lo ha adaptado, porque le iba como anillo al dedo al suyo: "Leer El Quijote en Teherán".
Me faltan, en este libro, los comentarios de los lectores del Blog. Le daban otra dimensión porque aportaban otros puntos de vista y se veía cómo se producían los conflictos, a veces por simple nomenclatura, por la diferente utilización del lenguaje, por una palabra que hace saltar el resorte donde aparecen los demonios.
Leedlo, os lo recomiendo.