Acabo de leer un libro tuyo sobre Afganistán y he sentido la necesidad de agradecerte los buenos momentos que me ha proporcionado su lectura. Esta mañana, de camino al trabajo, se me salían las carcajadas a mi sola en el metro leyendo el pasaje de los turistas "vip" franceses... Me encanta la naturalidad con la que transmites las experiencias, es como ver a través de tus ojos. Uno llega a sentir la esencia profunda del lugar. Eso no sólo requiere de inteligencia despierta sino de buen corazón... Y últimamente, en mucho de los libros que leo, echo de menos ese corazón...
Acabo de leer un libro tuyo sobre Afganistán y he sentido la necesidad de agradecerte los buenos momentos que me ha proporcionado su lectura.
ResponderEliminarEsta mañana, de camino al trabajo, se me salían las carcajadas a mi sola en el metro leyendo el pasaje de los turistas "vip" franceses...
Me encanta la naturalidad con la que transmites las experiencias, es como ver a través de tus ojos. Uno llega a sentir la esencia profunda del lugar.
Eso no sólo requiere de inteligencia despierta sino de buen corazón... Y últimamente, en mucho de los libros que leo, echo de menos ese corazón...