Hace dos semanas estuve en Cáceres con Shahla Sherkat, la directora de la revista iraní Zanan, que en persa significa "mujeres", donde las dos íbamos a dar sendas conferencias. Casi no tuve tiempo de conversar con ella. Solamente un intercambio de impresiones durante una cena en la que me tocó enfrente. Estaba cansada y tenía los ojos enrojecidos. Es una mujer hermosa, delicada y parece tímida, aunque debe ser fuerte si ha podido sacar adelante, en Irán, una revista para mujeres como es Zanan durante dieciséis años y con una tirada de 40 mil ejemplares. Cuando le comenté si le resultaba dificil publicar periódicamente su revista me respondió que mucho, pero lo que no sabía es que cuando llegara a Teherán tres días después, tras dar una conferencia en la Casa Árabe de Madrid, se iba a encontrar con una orden de cierre de la revista.
Zanan es una referencia para muchas mujeres iraníes y su labor educativa y modernizadora ha sido muy importante. Su cierre es una mustra más del endurecimiento del régimen teocrático iraní.
Shahla me dijo que es de Kashan, la ciudad iraní, lo que me hizo pensar en el querido poeta Sohrab e Sepehri, y empecé a recitar uno de sus poemas: "ahl e Kashanam", "soy de Kashan, mi vida no está mal, tengo un pedazo de pan...." y ella siguió "mi quibla es una rosa roja", ¡cuántas cosas quieren decir estos versos! Ahí va una pequeña parte de este largo poema de uno de los poetas más venerados de la nueva poesía persa y que lleva por título:
El sonido de los pasos del agua (seda ye pa ye ab). Poesía de Sohrab Sepehrí.
Soy de Kashan
Mis días no están mal
Tengo un pedazo de pan, un poco de inteligencia, una pizca de entusiasmo
Tengo una madre, más buena que las hojas de un árbol.
Amigos, mejores que el agua corriente.
Y un Dios que está así de cerca:
Entre estas lilas, al pie de aquel alto pino,
En la sabiduría del agua, en las leyes de las plantas.
Soy musulmán
Mi quibla es una rosa roja,
Mi alfombra de oración un manantial, mi mohr la luz,
Mi sayadeh la llanura.
Me purifico con el pálpito de las ventanas,
En mi oración está el flujo de la luna, el flujo del espectro de la luz,
A través de mi rezo se puede distinguir una piedra pues todas las moléculas de mi plegaria han cristalizado.
Entono mi rezo después de que el viento desde lo alto del ciprés-minarete haya llamado a plegaria.
Rezo después de que, “taghvir e toleram”, brote la hierba,
Después de que lo ordene la ola.
Mi kaaba está en la orilla del agua
Mi kaaba está bajo las acacias
Mi kaaba es como una brisa que va de jardín en jardín, de ciudad en ciudad.
Mi “piedra negra” es la luz del jardincillo.
Mis días no están mal
Tengo un pedazo de pan, un poco de inteligencia, una pizca de entusiasmo
Tengo una madre, más buena que las hojas de un árbol.
Amigos, mejores que el agua corriente.
Y un Dios que está así de cerca:
Entre estas lilas, al pie de aquel alto pino,
En la sabiduría del agua, en las leyes de las plantas.
Soy musulmán
Mi quibla es una rosa roja,
Mi alfombra de oración un manantial, mi mohr la luz,
Mi sayadeh la llanura.
Me purifico con el pálpito de las ventanas,
En mi oración está el flujo de la luna, el flujo del espectro de la luz,
A través de mi rezo se puede distinguir una piedra pues todas las moléculas de mi plegaria han cristalizado.
Entono mi rezo después de que el viento desde lo alto del ciprés-minarete haya llamado a plegaria.
Rezo después de que, “taghvir e toleram”, brote la hierba,
Después de que lo ordene la ola.
Mi kaaba está en la orilla del agua
Mi kaaba está bajo las acacias
Mi kaaba es como una brisa que va de jardín en jardín, de ciudad en ciudad.
Mi “piedra negra” es la luz del jardincillo.
La revista Zanan volvió a salir a la calle al cabo de unas semanas de clausura y se encuentra de nuevo en los kioskos de Teherán.
ResponderEliminarLa noticia del comentario anterior es falsa. Me lo dijo una amiga iraní que no se había enterado. Estuve en iran hace poco y la revista no sale, no ha vuelto a salir desde que la cerraron.
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