Este iraní que vive en Teherán presenta varias series de fotografías, la mayoría en blanco y negro. En una de ellas nos nuestra la arquitectura iraní de desierto, la austera arquitectura de adobe y mampostería que se da en pueblos y ciudades del centro y el sur de su país, con sus azoteas abombadas y sus badguirs o torres de ventilación, sistema de refrigeración característico de las casas de aquella zona.
Otra serie está dedicada a la guerra Irán-Irak (1980-88); son fotografías tomadas en el frente o en la ciudad devastada de Jorramshar. Dice él mismo que el libro donde se publicaron fue prohibido por el Gobierno iraní por considerarlo un alegato contra la guerra. Otra serie la forman conposiciones artísticas en forma de collage fotográfico donde Jalali yuxtapone y superpone fotografías antiguas recuperadas por él mismo de los arcones del palacio de Golestán en Teherán. Y, por último hay un grupo de fotografías con lineas y bandas superpuestas en rojo sobre la fotografía en blanco y negro.
En las vitrinas se exponen fotografías antiguas algunas de las cuales son las que ha utilizado el fotógrafo para sus composiciones, unas de la época Qajar, tomadas seguramente por el propio shah Naser ud din Shah, y otras que parecen de los años cincuenta, con familias vestidas a la manera europea y que poco se diferencian de las que conservamos nosotros mismos en nuestros álbumes familiares; seguramente fueron tomadas durante el reinado de Reza Pahlavi o de su hijo Mohammad Reza, monarcas que se empeñaron en occidentalizar Irán.
Las dos primeras son fotos antiguas y pertenecen a la época Qajar. Las dos últimas son composiciones de Bahman e Jalali.
La exposición contiene una cantidad considerable de fotografías que ofrecen en su conjunto una buena idea de la trayectoria de este importante fotógrafo iraní. Como aparte del cine, casi nada sabemos de lo que se produce en un país tan importante como es Irán, vale la pena visitar la exposición. No dejéis pasar esta oportunidad.